FSC-CCOO Melilla | 28 marzo 2024.

En el aniversario de Fukushima: un recuerdo doloroso. Centrales nuclear no, prudencia sí.

    Ante todos estos hechos, Ecologistas en Acción reclama del Gobierno español y del Consejo de Seguridad Nuclear que incorporen las lecciones de Fukushima y procedan a establecer un calendario de cierre escalonado de las nucleares, empezando por la central de Garoña (Burgos) -gemela de Fukushima- que no debería seguir funcionando ni un día más.

    12/03/2012.
    manifestacion

    manifestacion

    El pasado domingo, 11 de marzo del 2011, hace un año, se produjo en la costa noreste de Japón una  sacudida provocada por un terremoto con una magnitud de 8,9 que generó un tsunami  y arrastró vehículos e inmuebles en el litoral. Las consecuencias humanas, económicas y medioambientales todavía siguen siendo evaluadas.

    En primer lugar, es necesario acordarse tras esta fecha de las personas. El 11M nos acerca las víctimas, y ahora nos referimos a las víctimas de  Fukushima, a las que también tenemos presentes, y a sus familiares, que en un día como ese habrán recordado todo lo ocurrido. Pero después, es necesario mirar al futuro y pensar ¿esto puede volver a pasar?

    ¿Era impensable que en Fukushima se produjera algo así? ¿Fallaron los técnicos que diseñaron la central nuclear? ¿Fallaron las autoridades políticas al permitir la apertura de la central sin las debidas medidas de seguridad? Desde el principio de prudencia, que debe regir cualquier instalación tecnológica de esta envergadura, la respuesta es SI, fallaron todos.

    Los datos son los siguientes:

    El tsumani, o maremoto, del 11 de marzo del 2011 en Japón,  tuvo una intensidad de 8.9. Desde el punto de vista de la intensidad registrada en sismógrafos, desde el siglo XX, fue el quinto en intensidad registrado. La altura de la ola provocada, según las fuentes que se consulten, varía entre los 4 y los 16 metros.

    El seísmo de mayor intensidad registrado en el mundo (9,5 grados en la escala de Richter) sucedió el 22 de mayo de 1960 en Valdivia (Chile), y causó más de 5.000 muertos. Aquel  maremoto  generó un 'tsunami' que llegó hasta las costas de Hawai, donde provocó 61 muertos y a Filipinas, con 32 muertos.

    En 1964, un seísmo de casi 9 grados golpeó a Alaska, causó 121 muertos y generó un maremoto con olas de hasta seis metros.

    El maremoto registrado el  26 diciembre de 2004  frente a la isla indonesia de Sumatra, el mayor de la historia, causó 226.408 muertos en 12 países del océano Índico. Olas de hasta 30 metros y fuerza 9.3.

    Aunque hay una relación entre la altura de la ola y la intensidad de maremoto,  también cuenta la distancia a costa y otros factores. Maremotos con intensidades más bajas que el de Fukushima han provocado olas más altas,  como el de Okushiri (Japón), con olas de 32 metros,  y el de  Islas de Flores (Indonesia), con 26 metros.

    Entonces, ¿por qué la central nuclear de Fukushima se diseñó para recibir tsunamis de hasta fuerza 8.2 y olas de hasta 5.7 metros al borde del mar? Ya se habían producido maremotos más intensos, ya se habían registrado olas con decenas de metros de altura impactando contra la costa. Solo puede haber una explicación: para hacer más rentable económicamente la central nuclear.  El dinero sigue siendo más importante que las personas.

    Y el problema de fondo ¿Cuál es? La percepción del riesgo.  O si se prefiere en términos de cultura popular, el cuento de "¡que viene el lobo!". Medir vidas humanas según probabilidades, no solo es dramático, sino que también, con el tiempo, acaba siendo un error de colosales consecuencias.

    El principio de prudencia sigue siendo el mejor aliado de la Humanidad.

    El sábado 10 de marzo, la coordinadora para el cierre de la central nuclear de  Garoña, en la que está presente Ecologistas en Acción, convocó una concentración de protesta en Logroño, y el domingo 11 en la misma central.

    Garoña es la instalación nuclear más vieja de España, que ya ha cumplido el ciclo de vida para el que fue diseñada,  y que sigue funcionando sin previsión de cierre, por motivos económicos.

    Ante todos estos hechos, Ecologistas en Acción reclama del Gobierno español y del Consejo de Seguridad Nuclear que incorporen las lecciones de Fukushima y procedan a establecer un calendario de cierre escalonado de las nucleares, empezando por la central de Garoña (Burgos) -gemela de Fukushima- que no debería seguir funcionando ni un día más.

    Se debería seguir el ejemplo de muchos países que están ya reduciendo sus programas nucleares o estableciendo calendarios de cierre en plena cirsis: Alemania, Bélgica, Suiza, Italia, Japón, etc.

    Desde Guelaya-Ecologistas en Acción, queremos manifestar nuestro apoyo, aunque sea simbólico, a las víctimas de Fukushima y a los compañeros y compañeras de la coordinadora contra la central de Garoña.